¿Estás planeando vivir con un amigo en un departamento en Lima o Piura? Tanto si estás en la universidad como si no, la idea de alquilar o comprar un inmueble con tus amigos puede ser emocionante. Pues con ellos puedes hacer fiestas, jugar a juegos de cartas semanales, comer bocadillos a medianoche, salir a correr juntos por la mañana y mucho más.
Aunque vivir con amigos tiene sus ventajas, es habitual que después de un tiempo surjan algunos problemas. Si conoces a tu amigo de toda la vida, es fácil asumir que nada va a ir mal. Sin embargo, la convivencia diaria puede cambiar rápidamente la dinámica de cualquier relación. Por ello, en este artículo te presentamos algunos consejos para que vivas en armonía con tus amigos.
Una de las partes más difíciles de querer compartir los gastos con alguien es buscar un compañero de piso, pero si ya sabes y conoces bien a la persona que vivirá contigo, entonces estás un paso adelante. Sin embargo, es inevitable que los problemas no surjan. ¡Estos consejos te ayudarán a convivir con tus amigos!
Es probable que uno de los dos lleve en alguna ocasión a su pareja. Y, como nadie quiere interponerse entre dos enamorados, los compañeros de piso deben respetar la intimidad del otro. Al mismo tiempo, es importante que tu amigo también respete tu privacidad y el tiempo que pasas en el departamento.
Si tienes un amigo que siempre tiene una cita en casa, habla con él desde el principio sobre cuál es el tiempo aceptable para las visitas. Y si eres el afortunado que siempre tiene citas, ten en cuenta que no debes agobiar a tus compañeros de piso.
El dinero es el centro de muchas disputas entre amigos. Por tanto, es importante que se dividan los gastos de forma justa y equitativa para evitar problemas cada fin de mes. Para ello, podrían fijar ciertos aspectos que les ayuden ahorrar en los recibos de luz y agua. Por ejemplo, podrían establecer quién apagará la luz por las noches, quién se fijará que todos los caños estén cerrados, etc.
En la mayoría de los casos, las tensiones financieras no se perciben de inmediato, pero casi siempre llegan a un punto crítico y perturban la dinámica del grupo. La solución más fácil en cuestiones de dinero es aportar siempre tu parte justa y que tus amigos hagan lo mismo.
No es lo mismo conocer a alguien como amigo que como compañero de habitación. De hecho, son situaciones muy diferentes. Por ejemplo, cuando los amigos se juntan durante unas horas, se divierten, estudian o realizan otras actividades extrovertidas. Después, vuelven a su vida privada. Algunos siguen llevando un estilo de vida extrovertido, mientras que otros pasan a un modo introvertido y aprecian el tiempo a solas.
Como compañeros de piso, deben aprender las costumbres de cada uno cuando ya no están en su centro de estudio o el trabajo. Esto se debe a que pasarán el resto del día juntos bajo el mismo techo, aunque eso no signifique que deban estar juntos.
Te recomendamos que encuentres un equilibrio entre disfrutar de la sala, la cocina y las zonas comunes con amigos y, si es necesario, pasar tiempo en otros lugares de forma individual. Afortunadamente, existen varias áreas comunes en los condominios a los que pueden acceder juntos o separados.
¿Qué significa para ti la limpieza? Sea cual sea tu respuesta, probablemente sea diferente a la de tus amigos. Quizás para ti, un par de calcetines sucios en el suelo añade carácter a la habitación. Pero tu amigo que es muy limpio podría percibirlo como una declaración de guerra y perseguirte con una botella de desinfectante como castigo.
Lo mejor es evitar los conflictos, estableciendo reglas básicas sobre las responsabilidades de limpieza. Una forma muy práctica es dividir las tareas: lavar los platos, barrer, limpiar los baños, etc. Luego, dejarlo a la suerte para que cada uno realice estas actividades. Si lo prefieren, pueden intercambiar los roles cada semana para que así sea menos pesado para cada uno.
No hay nada que ponga más nerviosa a una persona que el estómago vacío. Por eso, cuando varias personas conviven, es necesario establecer normas para compartir la comida. ¿Cada uno compra su propia comida y la esconde en los armarios de la cocina? ¿O se hace la compra en grupo y luego se busca la comida para todos?
Sinceramente, ninguna de las dos opciones es buena o mala. Por tanto, con cualquiera de las opciones que elijas, debes asegurarte de que todos están de acuerdo con esa regla. Pocas cosas disuelven más rápido una amistad que un amigo se coma la última tajada de pastel del otro.
Como ves, una de las ventajas más atractivas de convivir con un compañero de departamento es que siempre tienes a alguien con quien salir. Con estos consejos podrán vivir de forma amena. ¡Esperamos que esta información te haya sido de ayuda!
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